La Cueva de Zugarramurdi (Zugarramurdiko Leizea en euskera) es un lugar muy interesante tanto por la cueva en sí, con varias galerías y un entorno espectacular, como por los mitos que la rodean.
Y es que la Inquisición acusó y juzgó a muchos de los vecinos del pueblo y de los alrededores por, supuestamente, realizar actos diabólicos en la cueva aunque, logicamente, nunca pudieron probarlo. Aun así, se llegó a quemar a algunas de las vecinas y vecinos en la hoguera por dichos supuestos.
Cómo llegar a Zugarramurdi
El pueblo de Zugarramurdi se ubica en el norte de Navarra, a escasos kilómetros de la frontera con Francia. Esta pequeña población se encuentra en un entorno precioso, con verdes campos alrededor. Aquí tenéis un mapa con la ubicación concreta del pueblo.
La Cueva de Zugarramurdi y el Museo de las Brujas se ubican en el pueblo de Zugarramurdi, por lo que lo ideal es ir hasta el municipio, aparcar en el parking gratuito que veremos más adelante y, posteriormente, andar hasta el museo y la cueva.
Y es que no creemos que haya posibilidad de acceder a la Cueva (o al pueblo en sí) en transporte público desde Pamplona. La única opción viable es realizar el trayecto en coche (o en taxi).
Dónde aparcar en Zugarramurdi
Zugarramurdi cuenta con un par de parkings gratuitos en los que podremos estacionar para no preocuparnos durante nuestra visita a la cueva de Zugarramurdi. Al llegar al pueblo y acceder por la calle principal hasta el centro del mismo, veréis algunas señales mostrando el camino hasta los parkings que se encuentran enfrente del restaurante Azketa:
Para los que vengáis en autocaravana, parece que no se permite pernoctar en estos aparcamientos.
Nosotros llegamos hacia las 11:15 de la mañana y uno de los parkings estaba completo y el otro estaba empezando a llenarse, por lo que en días con mucho movimiento puede ser que se llenen. Aun así, es también probable que con el paso de las horas el parking se vaya vaciando y dejando paso a los que deseen visitar la cueva a partir del mediodía.
Comprar entradas para la Cueva de Zugarramurdi
Podéis comprar las entradas para la Cueva de Zugarramurdi en la web oficial además de en la taquilla al llegar. Personalmente, recomendamos reservar de antemano, pues en nuestro caso nos valió para evitar la cola de compra de entradas al llegar.
Una vez accedáis a la web oficial, podréis hacer click en el botón «Entradas» en la parte superior derecha de la página web. Ahí podréis seleccionar la entrada que queráis entre las que se encuentran la Cueva de Zugarramurdi y el Museo de las Brujas (además de una entrada conjunta a ambos lugares). Estos son los dos sitios que visitamos en Zugarramurdi.
La entrada general a la Cueva de Zugarramurdi cuesta 6 euros para mayores de 12 años y 4 euros para niños y niñas entre 6 y 12 años (los menores hasta 5 años entran gratis). El mismo precio aplica al Museo de las Brujas. En cambio, si compráis la entrada conjunta el precio será de 11 euros para adultos y 7 euros para niños y niñas entre 6 y 12 años, ahorrandoos así 1 euro por persona.
Visitar el Museo y la Cueva de Zugarramurdi
Pasemos a ver cómo visitar tanto el museo como la Cueva de Zugarramurdi, los dos principales atractivos turísticos de la localidad homónima. Si optáis por la entrada conjunta, visitaréis primero el Museo de las Brujas y luego la cueva.
Visitar la Cueva de Zugarramurdi
La Cueva de Zugarramurdi se encuentra a las afueras del pueblo pero llegaréis muy fácilmente, a pie, desde el aparcamiento gratuito. Una vez accedáis, os encontraréis con dos caminos disponibles. Toméis el camino que toméis al principio, podréis visitarlos todos pues están interconectados y siempre podéis volver atrás.
Nosotros, aunque hicimos la visita en otro orden, recomendamos tomar el camino de la derecha primero. Este es el camino del mirador y queda a la derecha según cruzáis la entrada. Este camino os lleva a un mirador desde el que no se ve demasiado por lo altos que están los árboles de esta zona.
Recomendamos primero ir al mirador para pasar después a tomar las escaleras que encontraréis a medio camino y que conducen al Puente del Infierno (Infernuko Zubia) que cruza un río y os permitirá llegar hasta la cueva. Una vez crucéis el puente, tened cuidado pues el suelo parecía muy resbaladizo por la cercanía al río.
De aquí llegaréis a un cruce con la posibilidad de ver la cueva principal, que es la más grande, y un segundo camino que da a la Cueva de Akelarre, que se encuentra anexa a la cueva principal y desde la que podéis observar la cueva principal. Podéis visitar cualquiera puesto que podréis visitar la otra después.

Esos son los puntos de interés principales, para los que necesitaréis entre 45 minutos y una hora, dependiendo del tiempo que os toméis para verlos y lo que tardéis de uno a otro (además del tiempo que haga, puesto que hay zonas resbaladizas que pueden ser difíciles si ha llovido y no lleváis calzado adecuado).
Visitar el Museo de las Brujas de Zugarramurdi
El Museo de las Brujas de Zugarramurdi se encuentra a medio camino entre la zona de aparcamiento de Zugarramurdi y la cueva. Podéis ver cómo luce la fachada en la imagen que acompaña estas líneas.

Este museo os ofrece información sobre la historia de Zugarramurdi, con mucho énfasis en los hechos sucedidos a principios del siglo XVII, cuando se juzgó y condenó a la hoguera a varios ciudadanos del pueblo porque la Inquisición creía que eran brujas y parte de actos diabólicos. La paranoia que se creó durante esos fatídicos años queda patente en las historias que se cuentan en el museo.
También se explican los mitos en sí: qué se supone que hacían estos grupos diabólicos en la cueva de Zugarramurdi, que tiene un papel clave en los mitos que llevaron a las acusaciones. Toda la información se encuenta tanto en español como en euskera.
El museo se divide en 3 plantas además de la planta baja e incluye un vídeo de un cuarto de hora de duración, además de una exposición de arte en la última planta (aunque desconocemos si la exposición cambia en algún momento). En general, nos gustó mucho y podéis recorrerlo en unos 45 minutos. Se visita antes de visitar la cueva.
Consejos para visitar la Cueva de Zugarramurdi
Vamos con unos consejos para visitar la Cueva de Zugarramurdi:
- Aunque la cueva es el punto de interés principal, nosotros recomendamos visitar tanto la cueva como el museo. La visita dura entre 45 minutos y 1 hora para cada uno.
- Muy recomendable llevar calzado cómodo y con el que podáis subir y bajar escaleras y andar por terreno resbaladizo, como puede ser la cueva o parte de los caminos que unen los puntos de interés.
- Aparcar es gratis y lo podréis hacer cerca de la cueva y el museo (quizá a unos 10 minutos andando de la cueva).
Dónde comer en Zugarramurdi
Aunque Zugarramurdi es pequeño, son varios los restaurantes en los que comer. Cerca de la Cueva de Zugarramurdi y el Museo de las Brujas econtraréis varios lugares en los que comer tanto menú como a la carta.
Nosotros comimos en el Restaurante Azketa frente al cual aparcamos durante nuestra visita y no podemos sino recomendarlo. El Azketa ofrece tanto comida a la carta como menú por alrededor de 25 euros con varios primeros y segundos además de postre y bebida.
El menú ofrece platos variados. Nosotros comimos ensalada mixta de primero y entrecote de segundo y ambos platos estuvieron muy a la altura. La cantidad fue muy abundante y la calidad del producto notable.

Además, venden queso de oveja de la zona, que podréis comprar en la barra del restaurante. Veréis los quesos expuestos en un pequeño mostrador. No pudimos evitar llevarnos un buen trozo.
Si volvemos a visitar la Cueva de Zugarramurdi, no dudaríamos en volver a comer en el Azketa.
¿Merece la pena visitar la Cueva de Zugarramurdi?
En nuestra opinión, sí merece la pena visitar la Cueva de Zugarramurdi, tanto la cueva en sí como el Museo de las Brujas. Además del entorno verde y montañoso que nos encantó, la cueva es muy interesante de ver, mucho más si se tienen en cuenta los mitos de las brujas creados durante la Inquisición.
Y ya que visitáis la cueva, el museo os proveerá de una introducción a la historia del lugar y de lo que sucedió a principios del siglo XVII con el mito de las brujas y los habitantes que terminaron en la hoguera por la paranoia que se apoderó de la zona.