Osaka es conocida por su excelente gastronomía. Los takoyakis o los okonomiyakis son sólo dos de los manjares que probar en Osaka. Hoy vamos a dedicar esta entrada a dónde comer en Osaka, entrada en la que os recomendaremos varios restaurantes y puestos en los que comer en la ciudad.
La información que encontraréis en los párrafos siguientes se basa exclusivamente en nuestra experiencia (visitamos Osaka en abril de 2024) y en la preparación de nuestro viaje. Por lo tanto, toda la información de este post es sin duda subjetiva, aunque esperamos que os sea de ayuda para navegar entre la cantidad de restaurantes que componen la ciudad de Osaka.
Dónde comer en Osaka
Antes de pasar a ver los restaurantes en los que recomendamos comer en Osaka, os dejamos aquí debajo un mapa que hemos creado y en el que hemos incluido información útil para visitar Osaka. Más concretamente, hemos añadido dónde alojarse en Osaka, qué ver en la ciudad y, por supuesto, dónde comer.
En el mapa podréis encontrar los restaurantes que reseñaremos a continuación con su ubicación exacta para que no tengáis problema para encontrarlos. Además, una vez mirando el mapa, podréis utilizar el menú de la izquierda para filtrar la información. Si sólo estáis interesados en la comida, por ejemplo, podéis filtrar el resto de grupos de información y dejar seleccionado «dónde comer en Osaka».
Una vez visto el mapa, pasemos a la reseña de cada uno de los lugares que recomendamos para comer en Osaka (y que probamos personalmente).
Rikuro Ojisan Namba
Aunque no seáis muy de postres, la tarta de queso de Rikuro Ojisan Namba se ha hecho tan famosa que quizá debáis darle una oportunidad. Ubicado en una de las calles que dan a la famosa Dotombori, este pequeño local tiene siempre una cola de gente esperando probar sus famosas tartas de queso.
La tarta de queso horneada del Rikuro Ojisan Namba se diferencia de las demás en que es muy suave y esponjosa, más parecida a un bizcocho que a una tarta. Se come con facilidad y no es nada empalagosa, ¡por lo que hay que controlarse para no comérsela entera! Y es que no se pueden comprar porciones de la misma, hay que comprar una entera. Aun así, especialmente si la vais a probar más de uno, no es un problema.
Otro de los pros de esta tarta, además del sabor y la esponjosidad, es que tan solo nos costó 960 yenes por tarta, unos 6 euros al cambio. Una tarta entera por ese precio no está nada mal.
La pega que tiene el local es que no se puede comer la tarta dentro, por lo que tendremos que cogerla e ir a otro sitio a comerla. Nuestra recomendación, especialmente si hace buen tiempo, es que os sentéis a comerla en la plaza Namba Hiroba ubicada a un par de minutos andando del Rikuro Ojisan Namba y que cuenta con mesas donde sentarse y disfrutar de los alrededores.
Os guste o no el dulce, dadle una oportunidad al Rikuro Ojisan Namba. Excelente opción para comer un postre (o desayunar) en Osaka.
Takoyaki Wanaka Namba
Los mejores takoyakis (bolas de harina con un trozo de pulpo en su interior) que probamos en Japón los comimos en el Takoyaki Wanaka Namba, en Osaka. Ubicado a escasos metros del Rikuro Ojisan Namba y a unos 5-10 minutos andando de Dotombori, este local ofrece riquísimos takoyakis a muy buen precio.
Al llegar a Osaka, ya habíamos probado takoyakis en Tokio pero los que comimos en el Takoyaki Wanaka Namba nos parecieron mucho mejores. Los takoyakis los cocinan delante nuestro en las ya famosas planchas y el interior se acompaña de un trozo de pulpo (recordad que el interior queda bastante jugoso). Una vez servidos, podremos acompañar nuestros takoyakis con salsa, mayonesa y virutas de bonito seco (llamado katsuobushi) en una mesa anexa al local.
La ración mínima es de 8 takoyakis que tienen un precio de 600 yenes (unos 4 euros al cambio). También podréis optar por la ración grande de 12 takoyakis por 850 yenes, algo más de 5 euros. Por ese precio, los takoyakis nos parecen uno de los mejores aperitivos, especialmente si os gusta el pulpo. Excelente opción para comer en Osaka.
Namba Okonomiyaki Ajinoya Honten
Pasemos a ver el restaurante en el que probamos nuestro primer okonomiyaki, en este caso un okonomiyaki al estilo Kansai.
El Namba Okonomiyaki Ajinoya Honten se ubica en una de las calles aledañas a Dotombori, a un par de minutos andando del famoso cartel Glico de Dotonbori. El local se encuentre subiendo unas escaleras que es raro ver vacías, pues incluso llegando justo a la hora de apertura tuvimos que esperar como 45 minutos para poder comer. Importante mencionar que no permiten maletas en el local, o al menos eso indicaban algunos carteles que pudimos ver mientras esperábamos.
Una vez terminada la espera y subidas las escaleras, entraremos en el local que cuenta con varias mesas con plancha en la que se cocina prácticamente todo lo que venden, incluido el okonomiyaki, que es una especie de tortilla cocinada sobre la plancha y que incluye gran cantidad de ingredientes, además de salsa por encima.
Veníamos con muchas ganas de probarlo así que pedimos uno acompañado de unos fideos soba (es necesario pedir al menos un plato por persona, requisito que nos encontramos en varios restaurantes). Uno de los trabajadores del local cocinó tanto los fideos como el okonomiyaki delante nuestro, ¡por lo que tan solo tendremos que preocuparnos por comer! Ambos platos nos encantaron.
Los precios son buenos, costando un okonomiyaki alrededor de 1.200-1.500 yenes (unos 7,50-10 euros), precio que puede variar arriba y abajo en base al plato concreto que pidamos.
Aunque en nuestro caso preferimos el okonomiyaki al estilo de Hiroshima, el que probamos en el Namba Okonomiyaki Ajinoya Honten nos gustó mucho, por lo que nos gustaría recomendar este restaurante para comer en Osaka. Tanto por la calidad de la comida como por la ubicación, merece la pena.
Kushikatsu Daruma – Dotombori
Siguiendo con los restaurantes, la noche que pasamos en Osaka cenamos en el Kushikatsu Daruma de Dotombori, ubicado en la propia Dotombori, y que ofrece kushikatsu, una serie de brochetas rebozadas que se comen con salsa.
Aunque llegamos en hora punta, pudimos encontrar sitio al instante gracias a la gran cantidad de mesas con las que cuenta el local, divididas en dos plantas. Una vez sentados, pedimos uno de los combos que ofrecen y que incluyen una serie de brochetas diferentes, incluyendo brochetas de vegetales, carnes y pescado. Junto a las brochetas nos sirvieron la salsa con la que suelen comerse. Podremos pedir mediante un código QR que nos facilitarán.
Aunque el kushikatsu en sí no nos entusiasma debido al rebozado que lleva (demasiado rebozado para nuestro gusto), las brochetas que comimos en el Kushikatsu Daruma no estuvieron nada mal. Además, el precio de los combos está entorno a los 1.500-2.300 yenes, entre 9 y 16 euros al cambio, lo que no está mal para la ubicación del local.
Aunque Dotombori es una zona super turística, el Kushikatsu Daruma nos pareció bastante aceptable y el precio nos sorprendió para bien, pues esperábamos pagar más (teniendo en cuenta la zona en la que estábamos). Por lo que si estáis por la zona y os apetece probar el kushikatsu, os recomendamos este sitio como una buena opción para comer en Osaka.
10-yen Coin Cheese Filled Bread
Finalmente, veamos uno de los lugares más famosos de Osaka gracias a la moneda de 10 yenes rellena de queso que tan famosa se ha hecho últimamente. Aunque sin duda hay mejores sitios donde comer en Osaka, no podíamos terminar esta entrada sin incluir la famosa moneda.
Y es que en este local venden una especie de bizcocho con forma de moneda de 10 yenes y relleno de queso o de crema pastelera que nos prepararán en una plancha frente a nosotros. No es ninguna maravilla, ¡pero los amantes del queso seguro que disfrutarán! El sabor del bizcocho es parecido al de los taiyakis que podréis encontrar en muchos lugares y que suelen estar rellenos de pasta de judía dulces o crema pastelera.
El precio de cada moneda es de 500 yenes (algo más de 3 euros al cambio). Para comprar una de las famosas monedas, tendremos que comprar un ticket en una pequeña máquina que tienen en el mostrador en la que tendremos que seleccionar si queremos una moneda rellena de queso o de crema pastelera. Después, tendremos que hacer algo de cola (si la hubiese).
